Historias de Copequén
miércoles, mayo 24, 2006
El “Pirka” Eugenio: Un pirómano con clase.
El “Pirka” ha vivido en muchos lugares partiendo por el Cajón, en La Puntilla, La isla, etc. y en todos estos lugares dejo su huella. Hace algunos años el “Pirka” estuvo viviendo en la puntilla, en el Restorant- Pub – Discotec de Abelito (que en paz descanse) en donde los mas celebres personajes de Copequén disfrutaban de los mas deliciosos pipeños y bigoteados que el restorán les ofrecía además de los suculentos desayunos que se preparaban en el lugar (que como es de esperar no era cereales con leche, ni tostadas, ni fruta, si no que esa riquísima cañita de $50).
Dentro de estos personajes destacan sin duda los locales como el Nelson mas conocido con el Pavo, on Lindorfo Orellana, el singular Coteto (fiel esposo sin papeles de oña Celima, que vive al lado del cristo), el difunto Alamiro (que en paz descanse) y hasta el mismito Chaleco, por mencionar algunos. Además del público copequenino como Don Memo Liebrón, Pecho e Palo, el Cholo, Pata lacha y el destacadísimo maestro Queno.
En esta etapa de su vida el “Pirka” vivía en una ruquita al fondo del sitio y era el encargado de relaciones exteriores y adquisición de materiales, o sea era el weón de los mandados. Uno de esos días comenzó a verse humo y muy pronto las llamas, que denunciaban un catastrófico incendio, al fondo de la parcela, estas llamas provenían nada menos que de la mediagua del “Pirka” que nadie sabia a onde chucha andaba. Después que los bomberos apagaron el incendio (no olvidar que los bomberos de Coinco llegan cuando ya se han quemado todas las chuchas y solo le tiran agua a las cenizas, por siaca) lo encontraron debajo de un palto, llorando y tiritando del susto, cuando fueron a buscarlo se armo de valentía y dijo: ehehehehel ciciciiiiiigarro nnnnnnnnooo ……….. ( Porque es tartamudo) y se largo a llorar, a todos los que estaban en lugar les dio mucha pena ya que era su primera gracia y fue perdonado.
Después de lo sucedido el “Pirka” no tenia donde vivir , pero la bondadosa Mariita (ex esposa de Abelito y dueña del único almacén donde un puro pan vale como $300 y los huevos $250 c/u ) le ofreció que se fuera a vivir a su casa, en una carretela que tenia debajo de un cuarto, y fuera su weon de los mandados, el “Pirka” acepto feliz la propuesta y vivió por un tiempo ahí, hasta que nuevamente se mando su gracia, quemo retoita la carretela , pero esta vez se arranco y nadie supo donde se fue y como chucha quemo la wea.
Al pasar los años se supo que el “Pirka” estaba viviendo en la isla , en la parcela de on Lia, destacadísimo minero y mostacero de la zona, aquí el pirca prestaba toda clase de servicios, sin embargo le quemo el chalet a on Lia y apretó cachete nuevamente, a su ciudad natal: La Puntilla.
En esta época el restaurante de Abelito era arrendado por un mariconsito fino de Rancagua y administrado por su fiel servidor Manelo (cabecilla de la nueva generación de tomadores de la Puntilla, integrada por Nicodemo, el Checho, Silvano y el Pavo con Coteto (que se mantenían en el grupo). Aquí el pirca también vivía en una ruquita al fondo de la parcela, y como era de esperarse la volvió a quemar, nadie sabe como rechucha lo hacia, pero lo hacia. Y como también era de esperarse este desgracio apretó cachete, pero esta vez hacia el sector del Cajón.
Luego de varios años el Pub-Discotec dejo de funcionar como tal, y fue arrendado a un forastero que había llegado hace muy poco tiempo al sector, este forastero se llama don Lalo y no tardo en formar amistad con todos los curaitos del sector, incluyendo uno que llego hace muy poco . Don Lalo instalo una finísima tienda de antigüedades, en la cual solo entraban las moscas.
Sin que nadie se diera cuenta y gracias a la bondad de don Lalo, el “Pirka” apareció misteriosamente viviendo en su casa, en una ruca al lado de la tienda de antigüedades, este fue el peor error que pudo cometer este pobre hombre ya que fue aquí donde el “Pirka” se mando la última y peor de sus gracias, incendio la tienda de antigüedades y la mismísima casa de on Lalo.
Esta ha sido sin dudas la peor caga que se ha mandao este amigo, ya que se quemo la tienda, la casa y el furgón de don Lalo, dejo a una familia completa en las puras cenizas y por fin termino de destruir el único centro de distracción que había en la Puntilla y lo peor es que nadie sabe como chucha lo hace.
Moraleja:
SI ALGUN DIA USTED LLEGA A VER HA ESTE CONCHESUMAIRE , NO LO SALUDE Y NI SE LE VALLA A OCURRIR DEJARLO VIVIR EN SU CASA, SOLO OBSERVE LAS RUINAS QUE HAY EN LA PUNTILLA Y ENTENDERA POR QUE.
miércoles, mayo 17, 2006
Cuentos Cortos
Peleco.
Su mejor volada fue cuando su lateral derecho “Cosquilla” le dio un pase –"toma peleco"- se le oyó decir al defensa. Y no lo pilló volviendo al arco, a Pelequito no lo quedó otra que volar de palo a palo con mano cambiá, un verdadero autogolazo. Peleco, después de recuperar la conciencia lo único que atinó a decir fue: "Keasiste Caín".
También jugó de delantero, en un contragolpe, pescó la pelota en la mitad de la cancha y se llevó a la defensa contraria en velocidad, el último hombre al verse sobrepasado, le tocó –delicadamente- el tobillo derecho. Nuestro héroe, de dos pasos llegó desde la mitad de la cancha hasta el área chica donde calló arriba del punto penal con toda la cara. De la galería se sintió un grito -"paaaren a ese keltewue"- y se para Pelequito bravo con la cara llena de cal y mascando champa e’ pasto –además de la ira-; diciendo desafiante: "quuuee conshaa grandee e’ su mairee.. ven a pararme vooo poh!!"
La camioneta y la yegüita.
En el mundo, existían dos camionetas marca Ford año 1. Una estaba en E.E.U.U. en el museo de esta automotriz, la otra, la tenía nada más y nada menos que un copequenino: ‘On Calletela.
Un día le enseñó a manejar a su hija y ella le puso chico choque a un Mercedes Benz del año, cero kilómetro, nueveciiito. Después de hacerle el quite a dos Citronetas. En ese momento Calletela le decía con mucho cariño a su hija: "Freeeeena...freeeeena...freeena maraca culiá!!!". Según el mismo relata, tuvo que vender su yegüita baya, esa que la tenía tan enseñadita, si hasta comía uvita e’ la parra.
Se comenta que la camioneta fue vendida a obras públicas para hacer una docena de puentes, incluido el Loncomilla.
Iba Cema en su bicicleta tipo camello que tenía más fierros que la línea del tren y que medía con la pura rueda delantera como medio kilómetro. Venía como la chucha proveniente de donde ‘On Polo después de una tarde de éxtasis y desenfreno. Justo por ahí por la altura de la vulca se le va atravesando un guarén copequenino, que más bien parecía un coipo andino, el cual iba con dirección del manzanal aguas abajo. Con la mala cuéa que se le metió en los rayos de la rueda aro 54 (donde tenía como mil reflectantes pa’ que no lo partiara el paco Muñoz) La cosa es que el guarén alcanzó a hacer contacto con los fierros con la pura cabeza y con el pencazo el roedor quedó más molido que papilla de guagua de 3 meses.
Mientras la bici y Cema daban como mil vueltas en el aire (con decirle que llegó a topar un satélite de
Cuando la teoría de la gravedad comenzó a aplicarse en la masa “Cema-Bici”, emprendió su trayecto a tierra. Cema en ese preciso instante sacó un cigarro Derby de los rojos -que había comprado recién donde Cochela- lo prendió a una distancia de
Nuestro héroe, ni se despeinó con lo sucedido. Puro estilo Sayayim.
El Cerro
Estaba Cema en el cerro recorriendo el sector del peñón, haciendo sus ejercicios de meditación y unas cuantas lagartijas y tiburones en la parte más encumbrada del hito. No me va a creer que estaba en esa cuando justo le dio un calambre en el ante brazo derecho, ese que ocupa pa’ podar en el fundo y se fue peñón abajo.
Rodó, no sé...sería una media hora dando bote en los peñascos, chocando contra los riscos y farallones hasta que unos cogollos de bordo lo pararon en su loca carrera. Según lo que contó, se había rasmillado los puros codos y las rodillas de tucúquere de cola mocha... y dijo: ¡MENOS MAL QUE FUI YO EL QUE CAYO, HUBIESE SIDO, OTRO SE MATA... SE MATA.
ET.
Una vez para los carnavales de Copequén, se encontraban ratón Pérez y algunos integrante de los chaquetas negras jugando pulina donde Polo Gato, estaba también Citripio y Cepillín. De fondo se escuchaban los acordes distorsionados y poco comprendidos de Choche gato, dale que dale pegándole a los tarros. En eso aparece el Chueco, inyectado con una sobredosis de películas de marcianos que había visto en un ciclo de cine de este estilo donde Chemito. Quedó alucinadísimo con los ovnis. Primero empezó a molestar a esos Aparatos, les decía: "viri... virii... viriiii... soy un extraterreste." Allá los aparatos bravos le echaron los camellos encima y el Chueco se corrió, allá fue a molestar a ratón Pérez; "viri..viri..virii..viriii..soy un extraterrestre" Ratón Pérez le puso un puro tacazo por la altura de las costillas que le llegó a levantar la chasca e perro loco, después fue donde Citripio y la misma historia. Al final, fue a molestar a Choche gato y le dijo lo mismo "viri..viri..viri soy un extraterrestre..." a lo que Choche gato –ya hastiado con la situación - le dice: "así que soy un extraterrestre?" y el Toni con su cara de queso habitual le respondió: “Sí, sí, soy un extraterrestre de otro país...viri viri"
lunes, mayo 08, 2006
La Vaca
El contenido de este cuento puede perturbar a más de alguno, es del tipo bizarro, no apta para cardíacos. Esta historia ha sido relatada por uno de los involucrados y es un verdadero mea culpa de los hechos acaecidos.
Érase una vez, en Copequén, en una noche lluviosa y ventosa, se encontraba una vaca mal pariendo en el aras de on Toño Flores. Cuando de repente por esas casualidades de la vida, aparece el cuervo – Q.E.P.D. - (especie de primer ministro y peón de dicho lugar) se dirigía a hacer su habitual ronda e implementar el sistema de seguridad de última tecnología que el lugar poseía, o sea, soltar los perros.
Estaba en eso cuando “maclow” (cuervo) sintió ciertos sonidos guturales que lo llegaron a estremecer desde la chasca de perro loco que tiene (tenía) hasta los mismísimos juanetes del pie izquierdo.
Cuervo, en una actitud valiente y atrevida -que para ese momento era la más lógica que se podía esperar- arrancó como la chucha por el medio del barro (que le llegaba por lo menos a la altura de las rodillas) entrando a su pieza hecho un peo y encerrándose con llave, cargó la escopeta del 12, se puso a rezar con un rosario de porotos que le había dado su mamá y pescó una piedra del porte de una pelota de básquetbol y empezó a pegarse en el pecho pidiendo perdón por todos sus pecados, entre ellos, sacar la vuelta, robarse unos bistec de la carnicería y tener sueños eróticos con el tuto.
Todo este ritual era para que el mandinga no se lo llevara. Pero de un repente se le pasó por su cabeza de calabaza torcía, que podría ser la vaca que estaba pariendo, pues se encontraba en la fecha de dar a luz, se armó de valor y fue a revisar. Justamente, era la vaca, que lamentablemente había perdido su ternero y no lo podía expulsar de su vientre debido a que la extinta criatura se había hinchado dentro del bandullo de su madre.
Luego de la impactante imagen de ver a la pobre hembra en el suelo pujando para votar a su difunta cría. El cuervo dijo con su voz de ultratumba: "meeeeeeee te queri morir reconchasgrandesdeetumaire"...
De sopetón, fue a buscar a su patrón (On Toño) para encontrar una solución al problema. Llegó hasta su casa, era tarde, ya no había luz, golpeo como seis veces para que le abrieran la puerta; en eso salió Andrecito (hijo de on toño) con su pijama de los 101 dálmatas, como con cinco kilos de lagañas en cada ojo y armado con una onda que confeccionó con sus propias manos con una horcaja de palo de membrillo, una chapeta de bototo viejo y unos elásticos que se los pidió a la nildita...unos que usaba esta última para hacer presión cuando sacaba sangre. Estaba dispuesto y decidido a usarla ante el invasor cuando estaba apuntando al bulto, se dio cuenta de que era el cuervo y le preguntó: “Qué te pasó cuervo re-culiao?! A las horitas que venis a webiar, si no hay comida pa’ vos, se la dimos toda a los perros...” a lo que cuervo contestó: "Esta mal pariendo la vaca wueón, anda a verla, o sino se va a morir esa weá".
Como el dueño de casa no se encontraba, Andrés se hizo cargo de la situación, nervioso por lo que podía suceder se puso un cuacaraco (especie de abrigo tipo zorro), se embototó y comenzó a pasearse de un lado para otro en su casa, se rascaba la cabeza a ver si le salía alguna idea eficaz, se le ocurrió la genial idea de llamar a su pariente Marco (hijo de on Lucho Flores) para hacer una especie de fusión y para que lo acompañara al sitio del suceso y para tratar de entre los dos, hacer uno. (Vale el 40). Al llegar al aras, estos moldes de primo vieron la vaca y dijeron (casi al mismo tiempo): "Le llegó al pico a esta conchesumadre" y como ya el ternero estaba muerto, en esas condiciones sólo quedaba salvar la vida de esa pobre vaca.
La asistieron de la misma forma que lo hubiese hecho cualquier veterinario, la amarraron firme y trataron de acomodar el ternero dentro del vientre de la vaca para sacarlo, pero por más que estos primitos tiraban y tiraban el ternero no salía, se estiraban como un chicle, el ternero tenia como
Cuando cuentan esta historia a sus amigos finalizan con la frase...”y con esto, nos dimos cuenta que somos brutos...”
martes, mayo 02, 2006
Historia del primer grupo musical Copequenino.
Esta es la historia nunca antes contada y también desconocida por la mayoría de los inicios de los precursores musicales de Copequén, con ustedes: "Cágame al pecho"
Según cuenta la historia, esta legendaria banda da sus primeros pasos en forma independiente en la garita de “Cochela” –el diseño de dicho paradero, difiere bastante de su forma original- Ahí se juntaban: esos “Chupetes”, esos “Manueles chicos”, ese “Pata lacha”, ese “Chinito”, “Chincol”, “Chenko”, entre otros personajes que, extasiados y con una sobredosis de chicha y chacolí de donde “’On Polo”, buscaban la forma de expresarse.
Con el tiempo comenzaron a crear música utilizando la garita como instrumento, esto sucedía cuando estaban más curaos, a lo que “Cochela” salía bravo con la escopeta del 12 y dos chinguillos en cada mano alegando que no dejaban dormir a la “Tricia Verna” y a “Yiyo Nervio” (en ese tiempo no existía ese tal “Fito Ligamento”). Ante tanta opresión y represión, se vieron obligados a llevar todo su arte a la casa del “Pata Lacha”, en el cerro de “Pepe Pino”, donde vivía finao “Remo” y la mamá de la “Moscovita”. Ahí podían meter bulla a destajo. Tocaban con dos tarros lavanderos que se los sacaban sin permiso a la finá “Lasteñía” esposa del “finao on Reina”, además tenían una guitarra de palo y un par de ollas, una marca “aluminios el mono” y la otra una “Fantuzzi”. Las noticias sobre estas juntas, llegaron a oídos de “Pepe Tuna”, el que se integró como vocalista, dándole un toque más pop a la banda, ya que en sus primeros demos (grabaciones) se dejaban ver unos rasgos demasiado agresivos, tal vez, producidos por el momento social que vivía el país (años 70), por ello, el primer nombre de la banda fue "Cágame al Pecho", representando toda la braveza que sus integrantes querían mostrar al revolucionario y potente pueblo al cual pertenecían.
De estas primeras tocatas, no se tienen registros, sólo algunos afortunados lo llevan en su memoria auditiva. Con el tiempo los precursores de esta agrupación siguieron con vidas separadas, algunos se dedicaron a la rayuela, otros siguieron siendo la fiel clientela de “on polo”, con excepción de “Pepe Tuna” que contrato los servicios de “Pablito Herrera” en el bajo y “Chancha Colorá” en batería, desplazando a “chinito” que era el batero oficial. Por ello, “Chinito” se mudó al cerro de las petacas, formando su propia agrupación, conocida como: “Chino iston”, popularizando un hit de proporciones que traspasó toda la comuna, cuyo titulo era: "mi corazón hace taki taki...taki.”
Después de esta separación, “Pepe Tuna” siguió forjando su carrera artística apareciendo en cuanto baile que hubiese en Copequén, bajo el nuevo nombre de "Sensación 5", ya sea en la cancha o en la escuela, además de varios conciertos en el “Bayo”, pero la etapa más esplendorosa se vivió cuando "castillos en el aire" creó la primera discoteca de Copequén, llamada Zaragoza.
En ese lugar, durante los fines de semana hacia bailar a la frenética juventud de esos tiempos donde se mostraba el último grito de la moda, por ejemplo: allí se vieron las primeras zapatillas blancas, que comercializaba Cochela (esas que uno las miraba y las patas ya estaban transpirando), los primeros chalecos “pinwi” color amarillo, rojo, azul; los primeros mocasines pluma, las primeras chaquetas de cuero y de mezclilla; los pantalones de mezclilla con bolsillos a los lados que duraron una pura temporada por ser muy vanguardistas. No podemos olvidar las camisas y pantalones amasados, que eran el último grito de la moda de esos años. Revolucionando y adelantándose 10 años en la moda del calzado se vieron las primeras zapatillas con taco.
En ese antro de perversión, Pepe Tuna, logró sus mayores éxitos como: "waduu, waduu" y "súbete a mi moto", lo que lo catapultó a compartir escenario con grandes grupos en el clásico baile de verano de Chillehue (del concha garmendia). Se codeó con "
Frases como: "gooooozaaaala chiicoo" y "ahíiiii no máaaaaas" recorrieron toda la comuna. Cabe destacar que en esos años surgió su archí-rival y más enconado enemigo (coincanos tenían que ser los desgraciaos) conocido como el grupo "
Famosos eran los festivales de verano de Copequén, organizados en la cancha del club deportivo Copequén, donde los artistas soñaban con la “diuca de greda”. Era ahí donde Pepe Tuna mostraba toda su versatilidad, tratando de acompañar a los poco agraciados, pero entusiastas participantes que se presentaban.
La época más dorada y en la que Pepe Tuna logró alcanzar todos sus sueños fue en la década de los noventa. Donde de una pequeña banda, pasan a ser la gran "Sonora Latina", incorporando instrumentos de viento, timbaleteros y un hombre en el huiro. Esto se realzó con los carnavales de verano que comenzaban en un frenético y abrazado año nuevo, en el que los asistentes bailaban hasta altas horas de la mañana (10 am), especialmente varetta, que podía bailar 5 días seguidos sin tomar agua.
Esta fue la mejor y última etapa de Pepe Tuna, pues, por conflictos internos y por culpa de la fama que nubló a la mayoría de los integrantes de "Sonora latina" comenzaron las fricciones dentro de la banda. Pepe Tuna, ya no era voz ni ley dentro de ella, habían muchos disidentes que querían hacer valer sus ideas a como diese lugar, aquello no se pudo sostener por mucho tiempo y esa banda tan querida y amada por la gente de Copequén, cae en la debacle y se disuelve.
Con ello se termina la historia de la banda más grande de Copequén, cultora de la cumbia seca y toca por esta chaucha. Ese vació no se ha podido llenar hasta nuestros días. Algunas bandas como “Sonido Siete” con “Walter Texas Ranger” en guitarra y “Manuelito” en los teclados, lo han intentado, pero ni siquiera son la sombra de “Sonora latina”.
Esta pequeña reseña es un tributo a “Cágame al Pecho”, que en su génesis dio a luz a los futuros proyectos musicales de este potente pueblo.
Y como diría Pepe Tuna: “ahíiii no máaaaaaaas”...